lunes, 28 de febrero de 2011

Serge Gofas


Serge enseñándole a Raúl un molusco entre la muestra de fango

Serge es francés, pero lleva viviendo en Andalucía muchos años. Es director del Departamento de Biología Animal encargado de moluscos. Disfruta mucho con su trabajo, es observador y cuando se siente a gusto, también es hablador. Ángel y Javi son becarios de su departamento y están en el barco para estudiar los diferentes tipos de moluscos que puedan aparecer en las muestras.

Serge nos trajo dos grandes cajas de bombones a toda la tripulación. También nos contó anécdotas y tradiciones francesas. Trajo un marco con una fotografía de una de las primeras especias descubiertas en este barco, el Cornide de Saavedra, para que el capitán la colgase en el comedor como recuerdo. Es detallista y entrañable, creo que puedo decir que todos hemos aprendido mucho de él.

Día 18 (28 de febrero)

Nieves midiendo la muestra del TG (foto de Elelna)

Hay muchos andaluces en el barco, y el resto no dudaríamos en adoptar la celebración como si de nuestra comunidad  (o país, en el caso de Serge) se tratase. Pero por muy Día de Andalucía que sea, en el barco no hay festivos y como siempre, empieza a las 8.00 la maniobra para la primera actividad científica, un testigo de gravedad. Y antes de eso, durante toda la noche, hemos realizado 13 rosetas en la malla de CTD que está sobre Albolote y Gazul.


El testigo de gravedad da problemas, el mecanismo de la boca del testigo, la parte que toca primero el fondo marino, no se cierra bien y todo lo recogido se cae del testigo en la subida, por lo que sube vacío. Lo intentan arreglar y volvemos a realizar la actividad, esta vez a las 8.40, en el mismo punto que antes, en el monte Anastasya. Sale bien, es el TG08, y la muestra que encontramos, de 53 cm, es de brecha fangosa con un fuerte olor a sulfhídrico. Seguimos con la BC 24, en el mismo sitio que realizamos la BC12, en la cima del monte Anastasya. Esta vez trae bastante sedimento, es decir, trabajo para un buen rato tanto dentro del laboratorio como fuera, en los tamices. El sedimento huele a sulfhídrico. Tras una primera fina capa de fango hemipelágico a techo, hay brecha fangosa con materia orgánica, galerías, crustáceos decápodos (talasínidos) y restos de moluscos asociados a emisiones de gas.


A las 10.10 ya estamos preparados para lanzar la siguiente, la BC25, cerca de la BC24, pero un poco más al suroeste. Obtenemos una muestra parecida, con fango hemipelágico, brecha fangosa con bastante materia orgánica, galerías, talasínidos y bivalvos vivos asociados a emisiones de gas.


Los especímenes Melo, Blanca, Alejandra y Migue (foto de Elena)
Por la mañana hay mucho trabajo, mucho fango por tamizar, mucha fauna que guardar en botes transparentes de plástico con tapones rojos. Hace un sol muy agradable y una temperatura que nos parece perfecta. No hace mucho frío, no hace mucho calor. Se nota que con el descanso del sábado y el buen tiempo tanto los científicos como la tripulación tenemos otra cara, se ilumina con el sol y casi nadie puede evitar sonreír de vez en cuando. Nos vamos del Anastasya rumbo a Tarsia, donde cambiamos de metodología y lanzamos una draga de arrastre, la DA28 en una ladera del monte (la noroeste) de la que sale muy poco material, pennatulaceos, restos de braquiópodos y Flabellum.

De comida, hoy Antonio nos ha preparado lentejas, que le salen deliciosas, algunos dicen que es el plato que mejor hace. De segundo rosada en salsa verde y de tercero pechuga de pollo con patatas. Y mientras comen los del segundo turno, a las 12.30, lanzamos la BC26 en el sur de la depresión de Tarsis y sube fauna típica de fango hemipelágico y más fango para tamizar. 


La BC 28 trae un poliqueto tal y como estaría en el fodo marino
Ya con la digestión casi terminada, llegamos a los montes Chica. A las 14.10 sube la DA29, que es bastante grande en comparación con la box corer. Quizá por eso parece que lo que ha traído es poca cosa, mayoritariamente carbón y escoria. También algunos pennatulaceos y branqueópodos. Siguiente parada: Chica Sur, son las 15.40, y aquí tampoco obtenemos gran cosa a parte de un sedimento hemipelágico que tamizamos prontamente. A las 16:20 lanzamos otra box corer, en la BC 28 salió un poliqueto justo en el corte de la caja de la BC, como se puede ver en la fotografía, se ve perfectamente el poliqueto y como estaría en su hábitat natural.


Es impresionante pensar que ese bicho vive ahí, entre el fango compacto. Las aguas profundas del golfo de Cádiz, sustenta ecosistemas únicos basados en la oxidación de metano como fuente primaria de energía, este es uno de los famosos invertebrados únicos  que buscamos, adaptados a sobrevivir en las duras condiciones de este tipo de emanaciones, parte de un ecosistema único.


Después de un día largo viene bien 
hacer un poco el ganso
Curro y Sergio estaban a punto de empezar una batalla personal con la cámara de fotos que iba a durar hasta el final de la campaña, hasta el último día en el camino de vuelta al puerto, pero ellos aún no lo sabían. Así que hacia las 17.00 prepararon la carcasa de la cámara de fotos submarina y el foco y, con ayuda del equipo de cubierta y del puente, arriaron la roseta al mar. Pero sin cámara, claro, sumergieron la roseta sólo para comprobar que los tubos estaban cerrados correcta y herméticamente. Cuando subió comprobaron que entró agua en el tubo de la cámara y casi nada en la del foco (lo contrario a lo que había dicho el fotógrafo profesional Juan Diego). Es verdad que el día se nos ha hecho largo, con muchas horas de trabajo, y muchas actividades realizadas. Pero quizás las noches se les hagan más largas a ellos, a los dos chicos de las CTDs.


Ya es la hora de la cena. No siempre da tiempo de ducharse o tomar una caña antes de cenar, pero como hoy tuvimos que empezar muy pronto con las CTDs, los del turno de día han tenido un rato para prepararse y acicalarse. De primero hay sopa de letras, de segundo atún a la plancha con ensalada, y de tercero pizza de jamón, beicon y champiñones. De postre, pera. La pizza tiene un éxito arrasador y mucha gente repite. En cocina ya se lo saben todo, así que han hecho más que suficiente.


A las 21.00 abre el sello, el entrepot, donde podemos comprar alcohol (ginebra o whisky, porque ya no queda ron) y tabaco (Chester o Coronas) libres de impuestos, lo que supone una gran diferencia en relación al precio que tenemos en tierra.

Después nos reunimos en el laboratorio húmedo, mientras Curro y Sergio trabajan con el CTD. Es el día de Andalucía, y con la excusa sacamos todo lo que tenemos para picar, pipas, kikos, panchitos... y nos lo comemos todo, a pesar del atracón que nos habíamos metido en la cena. De hecho, la pizza que sobró de la cena, no llegó a las doce, pues había pequeñas visitas a la cocina para hacer bocadillos y comer pizzas. Los marineros, que estaban viendo la tele, también comían pizza.  




domingo, 27 de febrero de 2011

Cubierta


Desde aquí controlan las actividades de cubierta 

En el barco hay cuatro departamentos: máquinas, puente, cocina y cubierta. En el puente hay tres timoneles, pero ellos también realizan trabajo en cubierta. En cubierta el encargado es el contramaestre, José Manuel Alonso Campelo. Él recibe órdenes del capitán y luego se las transmite a los marineros. En el barco hay 7 marineros de los cuales tres son timoneles, son por lo tanto personal de puente, donde está el timón, pero también ayudan en todas las actividades de cubierta.

 Hay 3 turnos: de 4.00 a 8.00 (y de 16.00 a 20.00), de 8.00 a 12.00 (y de 20.00 a 24.00) y de 12.00 a 16.00 (y de 24.00 a 4.00). Los marineros dicen que el peor turno es de 4.00 a 8.00, porque te rompe la tarde y también la noche, y llevas un horario diferente al del resto. Este horario, en lugar de un horario de 8.00 a 17.00, es debido a la actividad con el CTD, que los marineros asisten y supervisan. De 4.00 a 8.00, están de guardia Ramón Manuel Sambad Pérez, que es timonel y Roberto Álvarez Giraldez, marinero. En la guardia de 8.00 a 12.00, están José Tarrio Oubiña, timonel y Francisco Nogueira Rua, al que todos llaman Paco o Patxi. En el turno de 12.00 a 4.00, está Juan López Senlle de timonel y de marinero Manuel Mayo Tajes. 

Patxi es también el carpintero, tiene una pequeña carpintería abajo, pero ahora que el barco ya no es de madera, la verdad es que se usa poco y él está la mayor parte de su tiempo en cubierta asistiendo maniobras, o ayudando en alguna cosilla que necesiten los de máquinas. Patxi es muy alto y tiene cara de bonachón. Cuenta que ha llegado a estar diez meses en la mar sin pisar tierra.

Todos los arrastres de pesca, dragas de arrastre, box corer, beam trawl o cualquier otro tipo de arte que se haga en cubierta, es realizado por el equipo de cubierta. Ellos lanzan el arte y lo recogen, cosa que no es tan fácil como parece, es maquinaria pesada. Hay varias grúas en el barco, para subir, bajar y mover las máquinas. También hay metros y metros de cable para poder largar las máquinas. Desde el puente les dicen cuantos metros hay que largar y ellos largan, ya sea por popa, estribor o babor. Además de manejar las máquinas de cubierta, también ayudan a reparar y en muchas ocasiones son los únicos que saben como hacerlo. Su ayuda fue inestimable con la box corer. También hacen pequeños arreglos a cualquier cosa del equipo que pueda estar estropeada. Siempre están en su puesto de trabajo y dispuestos a ayudar. Y además, con buena cara y buenas maneras.














Día 17 (27 de febrero)


Después de un sábado de descanso, el domingo por la  mañana volvemos a zarpar. Nos adentramos en la segunda parte de nuestra campaña, en la que nos centraremos más en la parte de bentos. Victor Díaz del Río, el investigador principal del proyecto, se pasó el sábado por la tarde por Cádiz, para hablar con el equipo científico, cenar y tomar unas copas que no le impidieron estar a las 8.00 de la mañana en el Cornide de Saavedra para hacer unas fotos del buque con la bandera de LIFE ondeando  mientras se aleja del puerto.

Hay nuevos tripulantes a bordo, el equipo científico ha cambiado. El equipo de pesca se ha ido, dejando paso a un equipo de bentólogos de la Universidad de Málaga. Ellos ya vinieron a Cádiz ayer y durmieron en el buque anoche. Son Serge, Enrique, Javier y Ángel. Juan Diego es un fotógrafo profesional que se va a encargar de las fotos submarinas. También se ha unido a la campaña Elena, alumna del master de oceanografía de la Universidad de Cádiz del curso pasado. Dirigió su tesis Pilar, que también se une a la campaña. Por último, Raúl ha venido desde Madrid a embarcarse.

Hoy es domingo, aunque al principio parece un lunes, pues estamos madrugando y empezando a trabajar de nuevo. Para endulzar las cosas, hay chocolate con churros de desayuno.

Nuestro buque se aleja del puerto de Cádiz
A las 9.00 salimos del puerto de Cádiz y nos dirigimos a Gazul. A medida que nos alejamos de tierra, vamos perdiendo cobertura y conexión a Internet. Volvemos a realizar los ejercicios de abandono del buque que realizamos el primer día, pero esta vez probamos la salida de emergencia que hay desde el piso del gimnasio (también conocido como los infiernos, porque está abajo del todo, hace calor y hay un ruido infernal por las máquinas). La salida consiste en una serie de trampillas y hay que ir trepando. Nos costó bastante esfuerzo llegar arriba... esperemos que si hay un incendio de verdad nos demos mucha más prisa en subir. La tripulación nos explicó como usar los botes salvavidas y los trajes de seguridad. En caso de accidente, el buque tardaría un buen rato en hundirse, por lo que tendríamos tiempo de ponernos el aparatoso y ajustado traje de emergencia. En el puente, antes de llegar a Gazul, revisan los puntos de muestreo, y algunos miembros del equipo científico se encargan de poner a punto el laboratorio.

Una vez en Gazul, empezamos a tener problemas con la máquina de fotos. La sumergimos en el agua para hacer unas pruebas. La cámara iba en la roseta y debido a un problema, no se veía su posición en la ecosonda, por lo que decidieron usar el sensor de profundidad del beam trawl. Esto es una operación relativamente arriesgada, pues este dispositivo es muy caro.

¡Hora de comer! Al ser domingo, la comida es especial, aunque la verdad es que todos los días está riquísima. De primero hay entremeses: queso manchego y jamón serrano. De segundo hay pescado en salsa de almejas y de tercero un bistec inmenso con pimientos rojos. De postre, helado de whisky. Como es habitual, los comensales salen del comedor rodando.

Esponjas de colores llamativos en el norte del Gazul
Inauguramos las actividades de extracción a las 13.30 con un testigo de gravedad, TG07, en la cima del monte Gazul. La longitud del sondeo es de 43 cm de brecha fangosa. Pensábamos empezar ya con las fotos, pero Juan Diego no parece tener el equipo a punto, por lo tanto, Luismi decide realizar una draga de arrastre al norte del monte Gazul, DA26, que no estaba planificada en un principio. A las 14.30 está a bordo. Obtenemos fauna propia de fondos duros, hay muchas esponjas, unas diez especies diferentes, incrustadas en rocas rojas, verdes o azules. Hay una esponja incrustante verde muy interesante. Las esponjas son difíciles de identificar en el barco pues hay que observarlas detenidamente bajo microscopio en el laboratorio. Además de esponjas hay gorgonias, Leptometra, erizos de mar Cidaris y restos de fósiles. A las 15.50, realizamos otra draga de arrastre, al oeste del monte Gazul, y en este caso, la fauna es propia de fondos bandos, con más fango en lugar de un fondo rocoso.

A las 15.30, Juan Diego informa al jefe de campaña de una avería en la cámara de fotos. En la prueba que hicimos, en la que no funcionaba el sensor, entró agua en el tubo del flash, y se fundieron los LEDS. Esto significa que el sistema de iluminación no funciona y obviamente, no se pueden hacer fotos del fondo marino sin luz.

Luismi habla con Víctor Díaz del Río por teléfono, y decide desembarcar al fotógrafo Juan Diego. Su única misión era tomar fotografías del fondo marino y sin la cámara, su tarea es imposible de realizar. Cambiamos de rumbo y nos dirigimos a todo gas hacia el puerto de Cádiz. Tardamos unas tres horas en llegar. Llegamos a Cádiz a las 18.45.  Para no tener que atracar en puerto y realizar toda la maniobra de salida de nuevo, el buque se acerca al puerto y uno de los marineros llevó a Juan Diego en lancha motora hasta Cádiz.

El nuevo equipo planea la segunda parte de la campaña
INDEMARES CHICA 0211
Después de realizar la operación de desembarque, nos dirigimos a la primera estación de CTD de la nueva malla de muestreo hidrológico que ha planificado Ricardo Sánchez, que en esta parte de la campaña realizarán por las noches Currro y Sergio. Es en este tipo de situaciones en las que algo falla y no funciona como estaba planeado, cuando sale a la luz la importancia del jefe de campaña y la necesidad de que sea eficaz y de que tome buenas decisiones de manera rápida.

Hoy hay una cena deliciosa. De primero sopa, de segundo arroz con sepia estilo paella y de tercero filetes de pavo en una salsa sabrosa. ¡Tan ricos estaban que la bandeja repleta de filetes no fue suficiente y Víctor tuvo que ir a la cocina a por más! Y de postre, un plátano.

Es una pena no poder tomar las fotografías submarinas que tantas ganas teníamos de ver. Nos hubiesen permitido ver el fondo marino que hemos estado extrayendo durante la primera parte de la campaña y que hemos analizado, medido y estudiado, pero en su hábitat natural. Podríamos haber visto como es el ecosistema en su totalidad, en el agua. Pero bueno, nos hacemos a la idea de que no habrá fotos y después de cenar, a las 21.00, el equipo científico se reúne en la biblioteca para realizar un nuevo plan de campaña.

Es una especie de gabinete de crisis, todos estamos sentados alrededor de la gran mesa redonda, observando los mapas del fondo marino, ideando un plan alternativo ahora que no se pueden tomar fotografías. En el plan de campaña, estaba previsto que si sobraba tiempo, la campaña se extendería a los “volcanes del sur”, unas formaciones geológicas similares a las que hemos estudiado en la primera parte de la campaña. Y eso vamos a hacer, así que dedicamos un buen rato a determinar qué actividades científicas haremos (BC, BT, DA, TG), en qué punto de los volcanes haremos las actividades. Basándonos en estudios previos, en la morfología del suelo o en las corrientes de agua submarinas, podemos predecir qué lugares pueden ser más interesantes desde el punto de vista de la biodiversidad. Tras la reunión, no hay mucha más actividad. El equipo científico se retira temprano a sus camarotes, hay que coger fuerzas para la semana, que promete ser muy interesante y mantenernos muy ocupados.

Olores

Dedico esta entrada, cómo no, a Jacob Varela.

En Cádiz huele bien, no huele a playa, pero huele a mar. En algunos sitios huele un poco a verano, a blanco, y como no, a azul y a amarillo. Huele a comida y a descanso. A pescaíto frito.

En los bares, por la noche, huele “regular ná más”. Un bar al que fuimos olía a piscina interior, otro parecía que había alguien lavándose las manos continuamente con litros del jabón ese rosa barato que a veces ponen en los restaurantes. Otros huelen a sobaco, a ron y whisky reseco, a detergente usado o a fregona podrida. Pero ninguno huele a tabaco, ese humo que antes cubría todos los olores ha desaparecido desde enero, dejando paso a la cruda realidad de olores pestilentes que vamos dejando atrás los humanos.

El barco tiene un olor caraterístico. En cubierta huele a gasoil, es un olor fuerte, a grasa, a petróleo, mezclado con el olor a mar. El laboratorio huele a una mezcla de restos bentónicos, huele a gente, a sal, a barro.

La cocina huele a cerrado, aunque la dejen abierta todo el día. Mi camarote a ratos huele bien, cuando Alejandra y yo nos duchamos o cuando aireamos. Pero a veces sale un olor a cloaca de las cañerías que invade el camarote y el pasillo. Los pasillos huelen raro, a rancio. Es un olor que no conocía. Quizás es un olor del pasado.

Los peces no huelen tan fuerte como en los restaurantes, en el súper o en el plato. Todavía no les ha dado tiempo a pudrirse y huelen bien, a fresco, a mar, a animal. 

Me gusta el olor a mar. Me gusta el olor de las olas al romper contra las rocas, contra el costado del barco. El olor del viento del Golfo de Cádiz.

No echo nada de menos el olor a Madrid. Bueno, quizás un poco. Creo que esa contaminación engancha. Además, además de a contaminación, Madrid huele a sol, a asfalto, a hojas, a vida.

sábado, 26 de febrero de 2011

Juan Gil Herrera

Juan Gil

Juan Gil es de Madrid, y estudió Biología con especialidad en Zoología en la Universidad Complutense de Madrid. Trabaja en el IEO de Cádiz, en el grupo de demersales. Del grupo de demersales del IEO de Cádiz, tenemos en esta campaña a José Luis, a Carlos, a Calela, a Teresa, a Emilio y a las becarias Sara, Marta y Laura.  La charla versó sobre el voraz, un pez hermafrodita. La conferencia fue realizada de forma amena e informal, con preguntas continuas sobre lo que el doctor nos iba ilustrando.

El papel de Juan Gil en esta campaña es supervisar todas las actividades de pesca de demersales que se realizan desde el Coornide. Para ello, pasa la mayor parte de su jornada en el puente, con el capitán y el jefe de campaña. También está mucho en cubierta supervisando las operaciones y asegurándose de que son seguras. Por la tarde se encarga de controlar las actividades con la beam trawl (BT) pues también es un arrastre bentónico. Apunta todos los datos en papel y en el ordenador para su posterior análisis y monitorización.  

Día 16 (26 de Febrero)



Hoy se considera día libre. Aunque algunos trabajamos. Es día de andar en tierra firme, de pasear por Cádiz, de comprar alguna que otra cosa que nos pueda faltar. Es día de traer y llevar cosas del laboratorio. De clasificar fotos y reescribir artículos. La campaña cambia en el sentido que la pesca desaparece, con lo científicos especializados en ella. Aparecen más geólogos y bentólogos que se encargarán de estudiar el contenido de las box corer y demás actividades científicas. También es un día para cambiar de chip e intentar no pensar demasiado

Juan Gil consiguió organizar una visita privada para los tripulantes del barco durante un par de horas por la tarde al Centro de Arqueología Subacuática (CAS), situado en el Balneario de Nuestra Señora de la Palma y el Real de Cádiz desde 1998. Este edificio de los años 20 se ubica en la famosa playa de La Caleta en el centro de Cádiz.

Fuente http://www.campusdelmar.es/gestion/contenidos/galeria/15/CAS.jpg
La arqueología subacuática es la disciplina científica encaminada al estudio e interpretación de los restos del pasado preservados en ambiente húmedo. Ya desde la antigüedad existía interés por la búsqueda y recuperación del cargamento de antiguos barcos naufragados, pero no será hasta mediados del siglo XX cuando, gracias a la invención de los equipos de buceo autónomo, se desarrolle el método científico de la arqueología subacuática. Se trata de un trabajo multidisciplinar en el que, además de arqueólogos, participan documentalistas, geólogos, restauradores, químicos, antropólogos y otros profesionales con el fin de descubrir la historia que encierra el patrimonio arqueológico subacuático. Una historia que habla de ciudades y puertos antiguos sumergidos, de episodios bélicos, del intercambio entre culturas, de barcos hundidos que nos enseñan la vida a bordo de sus ocupantes, etc. y que puede ser reconstruida gracias a un meticuloso trabajo de investigación.





viernes, 25 de febrero de 2011

Luis Miguel Fernández Salas (Luismi)


Nuestro jefe de campaña, Luismi, tiene un trato muy cercano, tanto con la tripulación como con su equipo científico. Ese es parte del secreto para que el equipo funcione tan bien. Y es que en general,  es bastante participativo en la toma de decisiones, Luismi aprovecha el conocimiento de todos y escucha todas las opiniones para formar las suyas.

Luismi en la biblioteca,
en pleno proceso de toma de decisiones
Luismi es de Cádiz y a menudo bromea y toma el pelo a la gente, y tanto por lo que dice por cómo lo dice, tiene mucha gracia. Estudió Ciencias del Mar en la Universidad de Cádiz, donde trabajó como alumno colaborador. Escribió su tesina sobre la evolución holocena de los deltas del mar de Alborán. Se fue a Italia tres meses, a La Spezia, y trabajó en SACLACENT, de la OTAN. Hizo un curso de Formación de Personal de Investigacón, y trabajó en ESGEMAR S.A. durante tres años de becario, periodo de tiempo tras el cual fue contratado. En 2001, sacó una oposición de técnico superior especialista en el IEO. Trabajó un año en el IEO de Madrid, y en 2002 se trasladó al IEO de Málaga. Ahí, él y Víctor Díaz del Río eran los únicos del grupo de geología. Siguieron unos años de planificaciones, durante los cuales crearon el equipo de geología y lo vieron crecer. Hoy cuenta con cuatro investigadores principales y siete contratados. En 2008 hizo su tesis doctoral, que fue en cierto modo una ampliación de su tesina, un estudio de los sistemas deltaicos desde Faro a Cabo de Gata y estudió la evolución de los sedimentos debido al cambio climático. Después de la tesis doctoral, le ascendieron a investigador titular y sigue trabajando en el centro oceanográfico de Málaga.

Siempre se levanta el primero, al menos de los científicos, pues el marmitón Enrique se levanta a las 5. La verdad es que Luismi no duerme mucho, quizás el peso de su responsabilidad le impide conciliar el sueño. Suele desayunar con el capitán y con quien esté levantado a las 7:15. Es dinámico y activo, pasa la mayor parte del tiempo en el puente, supervisando y dirigiendo las actividades científicas junto al capitán. Cuando los artes suben a cubierta, baja y supervisa las actividades, comprueba que todo esté saliendo bien, y pregunta si hay alguna particularidad sobre lo que hemos encontrado. Todo eso lo apunta luego en su Ipad en el cual va escribiendo su diario de a bordo, en el que apunta en detalle todas las actividades realizadas.

Día 15 (25 de febrero)


¡Hoy por la noche llegamos a puerto! Será viernes por la noche, nos quedamos en Cádiz todo el sábado y la segunda parte de la campaña empieza el domingo por la mañana, que es cuando zarparemos del puerto y volveremos a navegar sobre montes y submarinos. Ayer el jefe de campaña se sentía un poco atosigado, con todo el mundo preguntándole a qué hora llegábamos, y es que tanto los marineros como el equipo científico tienen ganas de pisar tierra firme.

Muy concentrados inspeccionando la muestra recién obtenida
Es impresionante como el barco está en el punto exacto en el momento adecuado. Para ello dejan el barco en un punto cercano y va a la deriva durante un rato, pero es una deriva bien estudiada por el oficial. El resultado es que a las 8.00, como siempre, ya estamos realizando la primera box corer de la jornada, la BC19, en la zona sureste del monte Pipoca. Salió fango hemipelágico, con techo arenoso y el muro más compactado, acompañado de poliquetos y moluscos bivalvos. A las 9.00 realizamos un beam trawl, que tarda 10 minutos en tocar fondo a 626m de profundidad y arrastra el fondo marino durante otros 10 min. Sube de vuelta al barco con mucha biodiversidad, como erizos, bioclastos (trozos de fósiles), cigalas, anémonas, pennatulaceos y también con bastante escoria. Al sur de Pipoca hay que repetir dos veces la BC20 hasta que dispara, y sube fango hemipelágico, con restos de las bonitas conchas de los gasterópodos, un tipo de moluscos. Nos desplazamos al oeste del Pipoca, donde hacemos la segunda draga de arrastre del día, la DA23. Sale un enlosado de carbonatos grande, y gran cantidad de trozos más pequeños. 
Mientras comen los del primer turno, se realiza la BC21, que sube con arena gruesa y restos biogénicos. Acto seguido, la BC 22, durante el segundo turno de comida que trae arena fangosa marrón con bioclastos y cantos dispersos. Hoy la box corer ha funcionado bastante bien. En tan solo tres horas, de 8.00 a 11.00, hemos realizado una BT una DA y tres BC, y de las BC sólo una salió nula, todo un logro.

De comida hay: entremeses (jamón serrano, queso manchego y melón), de segundo langostinos, de tercero solomillo con arroz y de postre una tarta de queso que tiene mucho éxito. Acompaña la comida  un vino blanco suave, Tierra Blanca 2007. La comida está riquísima y es especial, pues es el último día de algunos de los miembros del personal científico que se van, como las niñas, Juan Tomás, Caceli o Teresa. A su vez, van a llegar algunos nuevos investigadores el día 26 de febrero.

Por la tarde, antes de dirigirnos hacia el puerto de Cádiz, realizamos tres actividades más. La DA24, que sube bioclastos, restos de coral y rocas pequeñas. La DA25, en la depresión norte del monte Pipoca a las 13.30, trae pennatuláceos, coral bambú y flabellum vivos, pero pocos. Y finalmente, la BC23 trae con fango arenoso.
Ordenando en cajas las muestras de la DA en cubierta

¡Y a las cuatro de la tarde  ponemos rumbo al puerto de Cádiz!

En los buques oceanográficos, a veces, bautizan a los navegantes que se embarcan por primera vez. Hoy por la tarde, durante la travesía hacia el puerto, que entre pitos y flautas duraría 4 horas,  han bautizado a Laura, a Marta, a Sara y a Blanca Avisaron hace un par de días, pero nadie explicaba en qué consistía la ceremonia. El equipo científico estaba preparando todo en secreto, los padrinos han sido Tere y Luismi. Teresa se lo tomó en serio, y se disfrazó y todo. Para la ocasión nos pusimos el polo del Cornide de Saavedra que nos compramos casi todos. El capitán leyó un pequeño texto. Y la madrina colgó una estrella de capitán a modo de medalla, con una pinza, que había sido tratada con formol y preparada en bolsitas para que nos la guardásemos de recuerdo. Después el capitán ha echado agua de mar (el agua bendita en este bautizo) por la cabeza de las bautizadas y nos ha entregado un Acta de Bautismo Marino. Después nos hicimos la foto de grupo con todo el personal científico.

Hoy hay cena caliente en el barco, pero los hay que deciden cenar fuera, cuando lleguemos a puerto, así que sólo hay un turno, a las 19.00. Sirven de primero sopa, de segundo gallo a la plancha con ensalada de tomate y cebolla, y de tercero pavo al escabeche con patatas asadas. De postre unas naranjas muy ricas. Es la última cena de tres platos tan cuantiosa y tan temprano para los que se van.
Llegamos al puerto a las ocho. Muchos aprovechan para volver con sus familias, y duermen en casa mientras otros se quedan en el buque.

jueves, 24 de febrero de 2011

Miguel García Muñoz (Migue)


Migue estudió Biología en la Universidad de Málaga. Después hizo el máster de Ciencias del Mar en la Universidad de Cádiz. Hizo su tesina con el IEO, pues le interesó una de las tesinas que ofertaba el IEO de Málaga, sobre el análisis de las asociaciones de foraminiferos bentónicos entre dos montes submarinos del mar de Alborán, y el análisis sedimentológico y geoquímico de los sedimentos. Escribió su tesina en el IEO de Málaga. En agosto de 2010 se embarcó un mes en el Hespérides, en la campaña oceanográfica GAROE, así que esta no es su primera vez en un buque oceanográfico, y probablemente, no sea la última.

Migue en cubierta, con su casco y su cámara
En esta campaña todo el mundo trabaja, y todo el mundo hace un poco de todo. Pero siempre hay gente que trabaja más o está más activo, Miguel ha sido de los más currantes. Él está ahí el primero cuando se vira y se sube un arte a bordo para hacer fotos de la muestra recogida. Y después, una vez triada la muestra, hace fotos a todo lo que no se tiene todavía en foto, o de lo que sea interesante fotografiar, por ejemplo, si un ejemplar es especialmente grande. No ha parado con las fotos, objetivo arriba, objetivo abajo, que tiene que cambiar según el tamaño de la muestra a fotografiar. Todos los días se viste con sus pantalones y chaqueta de agua verdes, se cuelga la cámara al cuello y se pone a hacer fotos. Siempre lleva las etiquetas y el bolígrafo que pone en las muestras antes de fotografiar. Las etiquetas se suelen perder varias veces en las campañas, y por eso traen siempre de más, pero Migue todavía no ha perdido ninguna.

Utiliza un par de soportes para la cámara, para sujetarla, y una cartulina negra de fondo que agarra con gomas para que no se vaya volando. El viento dificulta su tarea, y otra dificultad es la luz del sol, a veces amiga y a veces enemiga. Los días de más trabajo, alguien le ayudaba con el ir y venir de muestras, como Alejandra. Miguel no es fotógrafo pero está encantado con esta oportunidad que le ha permitido ejercer de fotógrafo científico y participar en el proyecto de INDEMARES. En un futuro tiene claro que se quiere dedicar al estudio de la biología marina, le encantan las campañas y el trabajo de campo.

Día 14 (24 de febrero)


A las 8.00  iniciamos la maniobra para realizar un testigo de gravedad en el monte de Chica Norte.  Sube un fango compacto y arenoso, el TG5 mide 2 m y 14 cm, más alto que cualquiera de los tripulantes del barco y huele a gas que echa para atrás. Para que el monte tocayo no tenga pelusilla, vamos a Chica Sur, a hacer el TG06. El testigo sube con la boca doblada, y ha penetrado sólo unos 15 cm. Trae material grueso, grava, alguna piedra y una gorgonia. Vamos a la depresión que hay entre Chica Norte y Chica Sur, y realizamos la DA20, y encontramos costras arenosas de grano medio, escoria,  gorgonias, corales, esponjas. Por la mañana siguen intentando arreglar el CTD. A ver si esta noche ya funciona bien.

muestras
A las 11,00 hacemos la DA21, en la depresión de los montes Chica, sale escoria, carbón, erizo Cidaris, esponjas, una muestra escasa que indica un sustrato duro, del cual ha sido difícil extraer muestra con la draga.

De comida, tenemos hoy guisantes con jamón, muy sabrosos. De segundo rape con ensalada y de tercero lengua con patatas asadas. Víctor nos dice que si comemos mucha lengua hablaremos por los codos, así que los poco habladores tienen que comer, pero los parlanchines es mejor que se abstengan. De postre hay helado de chocolate y pistacho.

Sigue la BC16, que damos por nula porque trae poca cosa, la dejamos para más tarde. A las 13.15 procedemos a lanzar la DA22, mientras arreglan la BC, en el suroeste de Chica. Recogemos escoria, carbón, restos de coral bambú, bioclastos y anémona de fondos blandos. A eso de las 14.30 sube la BC17, y sube muy llena, De 0 a 1 cm  arena media gruesa y escoria. El resto fango hemipelágico marrón con motas de materia orgánica. En el laboratorio  hemos sacado tiempo para estar picando toda la tarde, primero chocolate y galletas, y después un queso semi curado muy rico que había traído Luismi. Es incomprensible, pero llegaremos con hambre a la cena.

Luismi no había previsto utilizar en la zona de Chica artes con redes, dado que es un fondo duro y no queríamos arriesgarnos a que se rompieran. Aún así realizamos la BT19, que no estaba planeada, en esa zona y sube mucha escoria, Erizo cidaris, anémona y fondos blandos con escorias. Entonces nos disponemos a realizar la BC16, la box corer que habíamos dado por nula, en el punto que le correspondía. Sube sin cerrar, así que la repetimos, sube poca muestra, y deciden  unirla con la muestra que tomamos antes. Sube con 3 cm de arena fangosa marrón con pequeños bioclastos y 15 cm de arena fina fangosa o fango arenoso de color gris. Da la sensación de que llevamos horas con la BC16, pero por fin llega al laboratorio. Y ya se acerca el fin de la jornada científica, a las 17.30 realizamos la última actividad, la BC18, que saca poca muestra: una capa fina de hemipelágico y fango gris en el resto.

Después intentan arreglar la CTD con los archivos que ha enviado Ricardo Sánchez por email,  hacen una prueba y parecía que funcionaba. A las 18.35  estamos realizando el primer CTD. Pero el CTD vuelve a dar problemas y tras varios intentos fallidos de reparar la máquina, deciden anular las actividades con el CTD por hoy. El barco se queda quieto, en medio del mar.

Hoy la cena está riquísima. De primero sopa, de segundo macarrones gratinados con queso y de tercero rodillo de lomo relleno de jamón con patatas fritas. De postre una manzana. Mucha gente opta por probar todo.

En el laboratorio húmedo, de cháchara
Cuando todo el mundo termina de cenar, a las 21.00, nos reunimos en el laboratorio y ¡por fin le hacemos la encerrona al madrileño Juan Gil!. Él había intentado evitar que nos molestásemos en prepararle algo, incluso había ido a cocina para pedir que no le hiciesen una tarta. También había conseguido que su cumpleaños pasase desapercibido antes de embarcarnos, por lo que nadie tiene regalos preparados, así que los últimos días, todos ideaban qué regalarle. Preparamos embalajes y reunimos todos los regalos en bolsas, había mandarinas, ron, un libro, calcetines, una pulsera, un mechero, un llavero linterna, al final a Juan le hizo mucha ilusión las sorpresas, y dice que son mucho mejores este tipo de regalos más personales.

A las 21.30, con la cena, la tarta y un poco de ron en el estómago, vamos a la biblioteca. Es el turno de Nieves en el ciclo de charlas a bordo y nos habla sobre sedimentos. El título de su conferencia es “5Y 4/3 -GLEY 1 4/10 GY ¿Qué nos dicen los sedimentos?”, como ella dice, un título exótico. Está inspirado en el Munsell color chart, la tabla con una escala de colores que utilizamos para clasificar los fangos por colores. Nos habla del marco jurídico para la conservación del medio marino y su biodiversidad. Nos comenta las diferentes formas de tratamiento de los sedimentos en laboratorio y de las metodologías utilizadas para la separación y análisis de las muestras. Hubo una serie de preguntas al terminar la charla.

 A las 11 y pico muchos científicos volvieron al laboratorio, no hay quien los saque de ahí. Es la última noche a bordo así que tienen la excusa, que no necesitan, para tomar algo y reír juntos un rato. En general, hay muchas ganas de volver a tierra, sobre todo para comunicarnos con nuestros seres queridos y también un poco para volver a conectar con el mundo real: noticias, tierra, bares, tiendas...

miércoles, 23 de febrero de 2011

Máquinas


El equipo de máquinas también ayuda en cubierta

Lo de las máquinas del barco impone, y eso que es un buque pequeño. A medida que te vas acercando, la cosa empieza a temblar, sube la temperatura y hay un ruido de mil demonios. Con razón llamamos a los pisos de abajo los infiernos. Así que decido buscar a alguien que me acompañe en esta aventura. Eduardo Rodriguez es engrasador y se conoce el barco y sobre todo, las máquinas, como la palma de su mano. De alguna manera le consigo convencer para que se de una vuelta conmigo y me vaya contado el orden y funcionamiento de las máquinas del barco. 


Primero bajamos un piso desde cubierta (sería el -1); ahí están las despensas para guardar víveres y otros trastos y  la desalinizadora para dar agua a todo el barco, usada para higiene y cocina. El agua que bebemos es de garrafa, distribuidas por todo el barco. El agua del grifo es potable, pero carece de minerales. Edu dice que algunos marineros la beben, y pone una mueca de asco. En "el -1" también está la carpintería, algo obsoleta hoy en día pues el barco ya ni es de madera, ni usa muchas cosas que lo sean. Y si bajas un piso más, está la sala de máquinas. Los pisos que están debajo del agua son los que menos se mueven, y los que más importancia tienen. Las máquinas son, como los propios maquinistas dicen, el alma del barco: si las máquinas fallan, en el puente no se puede hacer nada..


En las máquinas hay mucho ruido, unos 90 decibelios, para estar ahí dentro hay que llevar unos cascos insonorizadores, que no dan pie a mucha conversación y por eso se comunican por señas que suelen ser iguales o parecidas en todos los barcos. Hay una sala de control desde la cual se ve la sala de máquinas y allí sí que se puede hablar, así que allí vamos nosotros también. Ahí están Germán y Luís. 


Vista de las máquinas desde la sala de control del Cornide
de Saavedra
A pesar de la protección, dicen que los marineros que llevan mucho tiempo trabajando en máquinas pierden algo de oído. Germán Camaño Giraldez, el primer oficial de máquinas, le ve una ventaja a todo esto: ahora siempre que oye sandeces hace como que no escucha, y lo achaca a los años trabajando en las máquinas. En la zona de la sala de máquinas hace mucho calor. Ahora el termómetro marca unos 34ºC, pero en verano, muchos días la temperatura sobrepasa los 40ºC. Las máquinas están en constante funcionamiento, por lo que tiene que haber guardia en todo momento. El mundo de las máquinas es desconocido para la mayoría de la gente del barco, son ellos los que suben a cubierta a hablar y a tomar algo, pero en los “infiernos” no suelen tener muchas visitas.

Día 13 (23 de febrero)



A la izquierda, el BT, y a la izquierda, el BC aterrizando. 
A las 8.00 ya están largando cable para la primera operación, como todas las mañanas. Siempre empezamos a las 8.00 en punto y eso es gracias a la efectividad y profesionalidad de la tripulación, que terminan las actividades de la noche siempre en el momento adecuado, de manera que estemos en el punto previsto a la hora exacta. Por lo tanto, estamos en Pipoca, y empezamos con una draga de arrastre, la 16. Encontramos  fango arenoso, Flabellum y escafópodos muertos.

Seguimos con la DA17, en la cima del monte, que viene con brecha, y con bastantes más cosas que el anterior: Madrepora oculata, Neptunea fósiles, pectínidos muertos, bioclastos. cantos blandos, alguna roca carbonatada y sedimento hemipelágico mezclado con el resto del material. A las 10.00  comenzamos la maniobra para realizar un beam trawl, BT17, en el mismo sitio, en la cima de Pipoca, y a las 10.43  sube el arte a bordo. Viene toda la red rota, y aún así trae muchas esponjas, alguna piedra de gran tamaño y el bien más preciado: corales negros.

La noche anterior realizaron 13 CTDs. Parece que han dado problemas, pero nada que no se pudiera solucionar. Como se rompió la red, el jefe de campaña tuvo que idear un plan alternativo al que tenía pensado, efectivamente, tocaba echar otro más. El personal de cubierta se dispone a coser las redes con una aguja inmensa, y dicen que de tantos años en la mar, esas cosas se aprenden. La verdad es que queda como nueva. Opta por la cajita, la box corer, en la cima del monte, sube una capa fina, de 2cm de fango hemipelágico.

Una esponja, colocada por Carlos para que se vea
 más o menos cómo está en el fondo marino
Y ya es la hora de comer. De primero sopa de verduras y bacalao, de segundo fideos con rosada, al modo de una fideguá y de tercero ternera con pimientos. De postre piña con nata. En nuestra mesa, es un visto y no visto. Nos preguntamos, ¿siempre comemos tan rápido? Nosotras creemos que no, pero Víctor sonríe y dice que solemos comer muy deprisa, que en media hora nos zampamos el menú.

A las 12.45 realizamos otra box corer, la BC15,  al norte de Pipoca. Sale una arena gruesa a techo y fango arenoso a muro, con bivalvos Limosis auriga, propios de fondos de arena gruesa. Siguen dos amagos de BC16, pero no cierra bien y se dan ambos por nulos. Ahora que la draga ya está arreglada, procedemos a utilizarla. Es la DA18 en el suroeste de Pipoca. Mientras baja y sube la BC, Luismi aprovecha para llamar al investigador principal del proyecto, Victor Díaz del Río para hablar  sobre las gestiones a realizar durante la pausa de un día que tenemos este sábado, para pedirle cajas, decirle que llame a Juan Diego, el fotógrafo que hará fotos submarinas en la segunda parte de la campaña y para que envíe camisetas del IEO a la tripulación. La DA18 trae brecha, fragmentos de enlosados carbonatados y poca cosa más.

A las 15.30  realizamos una nueva draga, DA19 y a las 16.20 un beam trawl, el BT18. Luismi describió así la muestra, en su diario de campaña: "Sube trincado por uno de los cabos del pie de gallo, el otro estaba roto y las redes destrozadas. Traíamos dos enlosados de medio metro de longitud y al menos 20 cm de espesor, 3 tiburones pequeños, esponjas, cangrejos y gorgonias."

A las 19.00, a cenar. Hoy ha sido un día largo, llevamos varios días seguidos con muchas horas de trabajo y eso se empieza a notar. De primero, como es habitual, una sopa. Empezar la cena con una sopa sigue sentando igual de bien que el primer día. De segundo hay pez espada con ensalada, acompañado de un ali oli, suave y muy rico. De tercero hay zorza con patatas asadas y de postre helado.

Por la noche el CTD empieza a dar problemas. Por suerte traían otro de repuesto. Después de muchas pruebas, llamadas a Ricardo Sánchez y quebraderos de cabeza, no funciona ninguno de los dos CTDs, así que finalmente, dejamos la toma de CTDs para mañana.

martes, 22 de febrero de 2011

José L. Rueda Ruíz


Jose es bentólogo, de hecho es el único especialista en bentos que tiene en estos momentos el centro oceanográfico de Málaga. El bentos comprende toda la fauna y flora que vive en el fondo del mar, justo en la intersección entre el agua y el suelo del fondo marino. Jose es de Málaga, y a menudo le entran ataques de risa. A veces no le da tiempo ni de decir en voz alta el chiste y se ríe solo, pero no por mucho tiempo, pues su risa es muy contagiosa. Es muy educado y divertido. Estudió Ciencias Biológicas en la Universidad de Málaga (UMA). A la vez que estudiaba, trabajaba en Aula del Mar, una cooperativa para la educación ambiental, relacionada con temas del medio marino. Tenía un acuario y un museo, en los que colaboró. Después de la carrera hizo la tesina, también en la UMA, sobre asociaciones de moluscos de la bahía de Barbate y por entonces ya quería especializarse en bentos.
Jose, con sus bich... digo, con la fauna extraída de las muestras

Decidió irse a Holanda, donde estudió la fisiología de moluscos y crecimiento de especies comerciales. Volvió a Málaga unos meses y volvió a irse, esta vez a Australia a la Universidad de Queensland, experiencia que considera muy satisfactoria. El trabajo que realizaba era a menudo difícil, tuvo que hacer mucho trabajo de campo. Jose tiene un gran interés por el funcionamiento de las comunidades, por la ecología, por los patrones de distribución y por el impacto antropogénico. Por eso no es de extrañar que guarde un recuerdo especial de sus estudios en manglares o arrecifes coralinos, pues ahí la fauna y flora conviven de una manera muy particular. Tras un año y medio, volvió a Málaga donde empezó el doctorado, sobre praderas de fanerógamas marinas, estudiando la interacción entre la fauna y la flora. Mientras tanto, trabajó para diferentes grupos de investigación, colaborando en diversos temas. Hizo un doctorado europeo, lo que implica que la tesis sea bilingüe, unos meses en una universidad extranjera, que él hizo en la Universidad de Sapienza, en Roma, y también implica bastante papeleo y correctores externos extranjeros.

Después de terminar la tesis, consiguió un contrato post doc en la Universidad de Queensland, en Australia, en la que ya había trabajado, y se quedó dos años y medio. Allí trabajó en los efectos del cambio climático sobre especies dominantes en el intermareal rocoso… Guarda muy buenos recuerdos. Después pidió una estancia en el IEO y entró en el proyecto de INDEMARES. Lo cierto es que el papeleo desde Australia fue muy complicado, pero finalmente consiguió la plaza y se vino a España. Cuando se termine su contrato con el IEO, no descarta volver a Australia.

Después de cada draga, box corer o beam trawl, el jefe de campaña se dirige a Jose Luis Rueda Ruíz, que entre tarea y tarea le explica a grandes rasgos las particularidades y características de lo que acaba de salir. Jose le explica pacientemente a Luismi como se escribe la especie, en caso de ser fácilmente identificable y lo que significa haberla hallado en ese punto en particular.

Vivo en un mundo...

Parece mucho tiempo el que llevo en el mar. Vivo en un mundo con muy poca gente, que no tiene escapatoria, en el que no puedes irte sin más, no puedes quedar a tomar algo y airearte. A veces, a algunos, esto les resulta agobiante. Trabajamos y nos reunimos por la noche en el mismo cubículo, el laboratorio.
Vivo en un mundo en el que el ron es siempre Havana añejo, 7 años, y la cerveza es o del Mercadona o Estrella Galicia. Siempre me sirven la comida y nunca tengo que cocinar. Siempre hay algo preparado, y me guste o no acabo comiendo algo, porque hay que ser agradecido, y no siempre se tiene tres platos calientes delante. Dos veces al día. 

Vivo en un mundo en el que es normal sacar trozos del fondo del mar sin alterar, para después analizarlos. Vivo en un mundo en el que es muy interesante encontrarse una caracola endémica o un gusano que indique actividad bacteriana, pues querría decir que en la zona que estamos invetigando, hay chimeneas y emisiones de gas. Es mi mundo, no hay tierra, sino arena, o arcilla. Y no hay barro ni hay lodo, sino fango. Mucho fango. El fango guarda cosas, y el entusiasmo por descubrirlas, identificarlas y guardarlas para su análisis posterior, es contagioso. Vivo en un mundo en el que se habla de las zonas submarinas de más de 1000 metros de profundidad como si fuese un destino normal y corriente. En mi mundo el tamaño importa, y la profundidad también. No hay bichos, hay fauna. No hay izquierda ni derecha, lo que se agradece, hay babor y estribor. No se gira, se vira, no se baja se arria.

A mi mundo no llegan las noticias pero sí los prejuicios. De esos no nos libramos en 10 días. En mi mundo el Madrid ha empatado con el Lyon.

Día 12 (22 de febrero)


A las 8.30 ya está el primer beam trawl en cubierta, esperando a ser analizado. Tenemos una mañana movida y fructífera, con tres beam trawls y dos box corer en la zona del monte Anastasya. Hay mucho trabajo y sale fauna interesante, indicativa de que la zona es de alta biodiversidad. El primer BT en la depresión del monte fue poco denso pero variado, trajo un pulpo muy pequeño corales muertos, una actinia y un par de cangrejos y gambas. Toda la mañana y parte de la tarde se la dedicamos a Anastasya.


En la borda, a la espera de analizar el contenido de la recién llegada Box Corer
El BT13 sube gambas, una pintarroja pequeña, un trozo grande de escoria, y restos de esqueletos de corales, caracolas y almejas. Aparece un Cnidario del género Ceriantus. El BT14, trae pennatulaceos, dos cigalas medianas, gambas, un pulpo pequeño, restos de braquiópodos, corales... y también madera y escoria. A las 10.40 lanzamos la BC10, al suroeste de Anastasya. Parece que hoy ya funciona bien, y sube con fango hemipelágico y ofiuras. A las 11.10, lanzamos otra box corer, que trae fango hemipelágico y Goneplax, Spiochaetopterus, especie  indicadora de zonas con altas concentraciones de materia orgánica.

Por la tarde, a las 13.00, lanzamos la draga de arrastre DA15, que trae muy poca cosa. Seguimos en Anastasya, pero esta vez lanzamos la box corer número 12. La tenemos que repetir y sube llenita, está ya nos da más trabajo. José explica a Luismi que hemos obtenido un bivalvo con bacterias simbiontes asociado a ambientes reductores propios de sedimentos con gas. Queda a la espera de que Sergio Gofas, especialista en estos temas, se embarque en la segunda parte de la campaña para determinar su especie. También han salido Talasinidos Callanassidae, unos decápodos blancos de menos de dos centímetros de largo, que parecen mini gambas transparentes. Viven en galerías en el sedimento de hasta 15 cm, parece increíble que puedan y quieran vivir debajo del mar. Tiramos la BC13, que trae fango hemipelágico. 
Ampulla ciamus, un molusco gastrerópodo,
especie endémica del Golfo de Cádiz

Hacia las 16.00, nos trasladamos al monte de Picota y lanzamos un beam trawl (BT15) en la depresión del monte, que a la media hora ya está en la borda. Sube tiburones, decápodos, y muchos pennatulaceos. Realizamos otro BT, el 16, Obtenemos un gasterópodo, que es endémico del Golfo de Cádiz, Ampulla priamus, corales, bambú, varias especies de gorgonias y esponjas Thenea muricata, que deben formar una comunidad en el fondo marino. Hoy hemos obtenido muchas muestras diferentes que ha habido que clasificar en el laboratorio. Así que aunque Luismi tenía pensado lanzar otra BC, finalmente decide posponerla a mañana y dejar el resto de la tarde y noche para ordenar las muestras. Además, vamos adelantados al plan de campaña, incluso contando los días de descanso, por lo que no hay demasiada prisa.

A las nueve y media tenemos nuestra tercera conferencia a bordo. Es el turno de José Luis Rueda, que nos deleita con una charla amena, divulgativa y muy interesante. En la charla nos habla de la confluencia de hábitats y especies entre el mar Mediterráneo y el mar Atlántico, sobre todo en la zona del Golfo de Gibraltar y del Golfo de Cádiz, así como de las características de las comunidades de Cnidarios (corales, anémonas), moluscos y crustáceos. La confluencia en las comunidades bentónicas implica una mayor biodiversidad, un aumento de las interacciones, poblaciones únicas y endémicas para algunas especies de ámbito europeo y una zona con una fuerte singularidad frente a otras zonas de Europa, al tener un número mucho mayor de especies. Se estima que hay unas 1.100 especies de moluscos en la zona del Golfo de Cádiz y Mar de Alborán, lo que lógicamente dificulta su identificación. Nos comenta que el impacto antropogénico es muy fuerte en la zona, debido a la construcción, pesca de arrastre y a los flujos marítimos (cada año pasan por el Golfo de Gibraltar de 4.000 a 5.000 petroleros).

Jose dando su interesante y bien presentada charla.
El libro rojo de los invertebrados de Andalucía, es un proyecto que tiene como objetivo listar y proteger las especies más singulares y más amenazadas de la zona. Luego pasa a comentar el proyecto de INDEMARES, que tiene tres zonas de interés en la zona de confluencia, la que nos ocupa (Chimeneas de Cádiz), Seco de los Olivos y la isla de Alborán y sus conos volcánicos. La zona de Chimeneas de Cádiz, frente a otras zonas de INDEMARES, tiene ciertas ventajas e inconvenientes desde el punto de vista de la investigación. Como inconvenientes, es una zona muy amplia y dinámica, tiene un alto rango de  profundidad (300 a 1.000 metros) y hay mucho fango, lo que dificulta la tarea del tamizado. La identificación de las especies encontradas es complicada, debido al amplio espectro de posibilidades. Como ventajas, hay poca información sobre hábitats bentónico demersales asociados a volcanes de fango, por lo cual el trabajo en esta zona es útil y necesario. Además, hay posibilidades de contrastar patrones de distribución de especies de profundidad. En resumidas cuentas, dice, queda aún mucho trabajo por hacer pero también hay mucho interés en cubrir la investigación.

lunes, 21 de febrero de 2011

Alejandra Fernández Zambrano (Ale) y su cumpleaños


Alejandra, soplando la velas.
Luismi sujetando la tarta y Laura, aplaudiendo
Alejandra estudió Biología en Granada. Estudió dos años de la carrera en Coimbra. Trabajó seis meses en Portugal en un proyecto de estudio del lobo ibérico. Luego volvió a Granada donde trabajó en la Universidad  y empezó a enfocar su carrera hacia el mundo marino, en entomología, con formicidos y macroinvertebrados acuáticos (tricopteros). Cursó un máster de oceanografía en Barcelona en el curso académico 2009/2010. Hizo la tesis final de máster en el IEO , sobre la caracterización de las comunidades bentónico demersales de un volcán de fango del Golfo de Cádiz y por eso ha venido a la campaña. Tiene un acento de granadina muy gracioso y muy salado, que es más marcado cuando se siente bajo presión. En el barco está trabajando sobre todo en la parte de bentos, junto con Jose Luis Rueda, su director de tesis de máster.

Antonio, el cocinero ha preparado una tarta riquísima para el cumpleaños de Alejandra. A las 17.00 la sorprendemos, llega al laboratorio una tarta de galletas deliciosa, con velas y regalos. Alejandra no se lo esperaba y está muy contenta.

Cantamos cumpleaños feliz, sopla las velas y se dispone a abrir los regalos: una camiseta preciosa de colorines (que por supuesto se pondrá esta noche), el polo del barco (en el barco venden un polo con un logo del barco), un invento que sirve para enrollar los cables y que no estorben, un CD, un cuaderno y unos pendientes. Los pendientes son artesanales, los hace Joaquín, un miembro de la tripulación que se jubila este año y es un manitas. También hizo él mismo la caja y las decoraciones. Los pendientes son blancos, fabricados con otolitos de los peces.

Por la noche vemos un rato la tele en portugués, que es la única que se recibe por aquí. Acabamos viendo Snoopy, un episodio en el que Charlie Brown se hace invisible.
A eso de las 21.00 nos disponemos a preparar los mojitos, que finalmente Tomás bautizó como “mojicos”, pues no eran realmente mojitos, no tenían menta y la mezcla con el limón estaba “suavecica”. No pusimos música para no molestar a los miembros de tripulación que estaban durmiendo, pero hubiésemos puesto alguna canción, habríamos elegido “Alejandro” de Lady Gaga. Jose le cantó durante todo el día la canción “Ale ALE ALE, Alejandrrraaaa, Alejandrraaaaa”. Sacamos frutos secos y patatas para picar y vinieron algunos del equipo de fonda a probar el mojico, que hicimos en una marmita de la cocina. Entre tanto, Curro y Laura seguían trabajando, CTD  arriba, CTD abajo. A las 2.00 ya todos nos retiramos, pensando ya en la primera beam traw que llegará a la borda a las 8 y pico.


Día 11 (21 de febrero)


Cuando Alejandra llega al laboratorio por la mañana se encuentra en la pizarra la felicitación de Curro y una pulserita que hizo con cuerda. Curro es muy detallista, se hace querer. Por cierto, hoy es el cumpleaños de Alejandra.

Blanca, Jose, Ale y Enrique
Observando chimeneas
Comenzamos a las 8.00 con una draga de arrastre al este del monte Tarsis. Sacamos poca muestra y deciden darla por nula. Lo volvemos a intentar, y aunque salga poca cosa, esta vez sí que cuenta y se clasifica su contenido de braquiópodos y pennatulaceos entre otros. A las 9:30  largamos la draga, DA14, sobre la cima de Tarsis, y aunque salga poca muestra, Luismi también la da por válida. Seguimos con una box corer, en la misma zona. Luismi nos cuenta que hubo un fallo del GPS del barco al final de la virada. En el BT salen estrellas, erizos de dos especies y pennatulaceos. La muestra también es escasa. Los científicos no tienen mucho que clasificar, y es que, como murmura alguno por la borda, no se puede sacar de donde no hay.

Mientras Víctor y Antonio sirven las lentejas, desde el comedor se escucha como echan el beam trawl al agua. Las lentejas llevan beicon y chorizo, ¡qué ricas! para cuando el beam trawl hace firme ya no queda ni media lenteja y llega el bacalao con ensalada. La ventaja de comer durante una actividad científica es que el barco no se mueve mucho. Mientras sube a bordo, toca el tercer platazo, cordero con patatas. A las doce menos diez, está ya el arte a bordo y los del primer turno han terminado sus mandarinas y ya curiosean la abundante muestra. 

En la zona de depresión del Tarsis parece haber mucha más biodiversidad que en las zonas en las que muestreamos esta mañana. ¡Salen corales solitarios vivos! Es muy emocionante porque hasta ahora habían salido los corales muertos. También hay pennatulaceos, gambas y estrellas. Los del segundo turno comen rápido, pensando en las muestras que acaban de recoger e incluso comentándolas. Mientras sirven el bacalao, ya está bajando la box corer, en la misma zona de depresión del Tarsis. La BC no cerró, así que después de comprobar el mecanismo de disparo, se vuelve a intentar y vuelve a subir abierta. Luismi dice que la caja está cabezota hoy. Carlos ha ido identificando poco a poco todos los fallos de la BC, que no siempre falla por la misma razón. A veces ha sido el mecanismo de cierre, otras es algún tornillo o un muelle. Así que Luismi decide que mejor dejar descansar a la BC un rato, y lanza otro BT, el número 11 a las 13.30. Sube una muestra abundante del sureste del Tarsis: corales bambú, pennatulaceos y coral flabelum.
Un crinoideo vivo que guardamos en el acuario

Juan Tomás comprobó que no había ningún testigo en este monte así que deciden realizar uno en la cumbre para averiguar si es un monte de fango o no a las 15.45. El testigo sube con bastante fango por fuera, fango brecha con fuerte olor a sulfhídrico. Nieves está contenta porque nunca había olido un fango con un marcado olor a metano. Dice que hasta ahora había dudas de si era o no un volcán pues el olor no había sido suficientemente fuerte. Hoy, en cambio, no cabe duda, cuando se hurga en el fango, se desprende un olor muy fuerte a... bueno, a pedo.

Seguimos en la zona de Tarsis, y una BC acicalada (la han engrasado y le han puesto boyas al rededor, para que el pestillo no se dispare) va a intentar recoger muestras en la cima a las 16.00. Después de dos intentos fallidos, a las 5.20 sube con muestra, entre otras cosas, trae un crinoideo vivo que guardamos en el acuario. En este rato que tenemos libre tomamos tarta por el cumple de Alejandra. A las 18.20 echamos otra BC, la BC09 en la depresión del Tarsis (donde habíamos encontrado bastante biodiversidad por la mañana). Sale llena de fango y aunque los científicos tamizan y clasifican lo rápida y eficazmente que pueden, Nieves trabaja hasta más allá de las 19.00.

De cena tenemos: primero crema de zanahoria calentita, de segundo judías con jamón y de tercero pollo asado con patatas. De postre, tarta del cumple de Alejandra, que por cierto, está riquísima.

domingo, 20 de febrero de 2011

La cocina


Antonio, el primer cocinero, flambeando

A las cuatro y media se despierta el marmitón, Enrique, o como muy tarde a las cinco. Es el primero del equipo de fonda en levantarse. Sus compañeros dicen que es el que menos cobra y el que más cosas hace, pero él no se queja. Quique trabajó muchos años en pesca y dice que, comparado con ese mundo, la vida y trabajo en este barco, es "un juguete". En pesca, los marineros trabajan sin descanso, incluso dieciocho horas al día y a veces están cuatro o cinco meses incomunicados, sin ir a tierra. Los trabajadores pueden llegar a embrutecerse y en numerosas ocasiones, se refugian en la bebida. Esta mezcla de circunstancias propicia las peleas a bordo. A veces, cuando vuelven a casa una temporada, son extraños para sus propios hijos, a los que casi no ven crecer. Al menos antes se ganaba mucho dinero como pescador, ahora ya ni eso.

Aquí, en la cocina del Cornide, hay un ambiente jovial en el equipo de fonda, que comprende: dos camareros, dos cocineros y un marmitón. Intentan tomarse la rutina con buena cara. Los cinco son gallegos, de las Rías Baixas, hablan en gallego, se meten unos con otros y se hacen reír. Con las bromas, se les pasa el día más rápido y amenizan la tarea, aunque como dice el primer cocinero “discusiones hay en todos los matrimonios”. Por lo que cuentan parece que algunos científicos, del centro oceanográfico de Mallorca y de Canarias, tienen mucho que aprender de esta filosofía de vida y sobre todo, respetar el trabajo que hace en el Cornide de Saavedra toda la tripulación. Del equipo científico de Cádiz, sólo tienen buenas palabras, desde la cocina, les dan el Oscar.
Antonio, el segundo cocinero


A las cinco, Quique trae el material que necesitan en cocina, distribuido por el barco en diferentes despensas, habitáculos y frigoríficos, lo que significa que está de arriba a abajo cargando cosas todo el día. Hay dos congeladores, dos neveras y dos despensas. También va preparando los alimentos, corta patatas y otras verduras. No tiene por qué empezar a trabajar tan pronto, pero está acostumbrado a ese horario- A las 7 llega Antonio, el segundo cocinero, que también adelanta trabajo y corta verduras y otros alimentos. En cocina preparan tres platos para comer y tres para cenar, para más de  cuarenta personas, todos los días. A las 8.00 llega Antonio, el primer cocinero, que planea y decide qué platos van a cocinar y servir. Esta tarea es más complicada de lo que parece, hay que tener en cuenta las dietas especiales de todos los comensales, las alergias, los regímenes, las intolerancias y a la vez, mantener una dieta equilibrada. Ya no hay muchos barcos en los que se mantengan tres platos en cada comida, con carne, pescado, verduras, fruta, yogures... Administra la comida y la distribuye, además de idear formas diferentes de cocinar la variedad limitada de alimentos que tiene a su disposición y todo esto, sin repetir menú muy a menudo, para que comer sea divertido.

Los domingos son días especiales a bordo desde el punto de vista culinario. Los científicos se toman a las 10 y pico un aperitivo a la italiana, es decir, se beben un Martini. En cocina, mientras tanto, preparan la comida. En la cocina hace mucho calor, aunque abran las ventanas y la puerta, siempre hace calor. En verano la temperatura  ha llegado a los 50º C. Además, cuando encienden los extractores, el ruido es infernal. De primero preparan entremeses, en cada plato ponen jamón serrano, mejillones, queso manchego y aceitunas. La presentación de la comida, y no sólo los domingos, es muy cuidada. El plato de entremeses es como una obra de arte, una mezcla ordenada de formas y colores. De segundo preparan pulpo a la gallega, que está de rechupete. Y de tercero, un chuletón de ternera inmenso, con pimientos rojos. Todo esto, regado con un Rioja. 
Quique

Víctor, el primer camarero y Antonio, el segundo camarero, después de servir el desayuno, de 9.00 a 10.00, hacen los camarotes: hacen la cama y limpian el suelo. Víctor se encarga del piso de los oficiales y Antonio del piso de los científicos. A las 10.00 empiezan a preparar la mesa y todo lo necesario para la comida. A las 11.00 y a las 12.00, Víctor toca una campana que resuena por todo el barco, para avisar a todo el personal científico de que es la hora de comer. Ponen y quitan la mesa, sirven los platos y lavan la vajilla. A las 13.00, el equipo de cocina, que lleva toda la mañana trabajando, por fin tiene un rato libre para comer y descansar hasta las 16.00. En este rato, cada uno tiene su hobby o entretenimiento. A Víctor, el primer camarero, le gusta leer, hacer manualidades y tiene una tele en su camarote. En casa toca la gaita, pero ahora ya no se la trae al barco, pues se le estropea la madera. Dice que lo que peor se lleva en el barco es la ausencia.

A las 16.00 empiezan todos, los camareros y los de cocina, con las actividades de la tarde. De 16.00 a 18.00, Víctor y Antonio limpian las sábanas y toallas, y hacen los camarotes que no hubo tiempo de hacer por la mañana. Cambian las sábanas y toallas de cada camarote cada semana. Este servicio tan completo y profesional no es lo usual. El Cornide, a pesar de acercarse al medio siglo de edad, está especialmente bien organizado y cuidado. Es el barco más grande del IEO y en e que caben más miembros de tripulación y de personal científico.

Víctor lleva desde agosto de  1995 en el Cornide de segundo camarero, tiene una pequeña cantina en el camarote, en el que guarda las cervezas y cocacolas. El guarda un listado con las consumiciones de cada uno y al final de la campaña lo cobrará. En cambio, los Aquarius y las cervezas sin alcohol son gratuitas, financiadas por el IEO.

Antonio, el segundo camarero, es de los más jóvenes de la tripulación. Al ser de otra generación, ve las cosas con otros ojos. Es agradable y un poco tímido, a veces cuando los miembros de la tripulación se meten con él de broma, se pone colorado. Suele trabajar dos meses, y luego pasar un mes de vacaciones en tierra. Igual que Quique, está contratado por Remolganosa. El IEO subcontrata muchos miembros de la tripulación a esta empresa. El resto, como el primer camarero y los dos cocineros, son funcionarios fijos del IEO. Antonio echa mucho de menos vivir en tierra, y sobre todo su tierra, el pueblo Bueu, en Pontevedra. Dice que es un cambio muy fuerte, y que se hace largo estar en la mar tanto tiempo, incluso aburrido. Lleva un año en el barco, y no lo ve como un trabajo para toda la vida, aunque sí piensa quedarse al menos hasta que pase un poco la crisis. En el barco es discreto y no habla mucho, aunque en tierra habla por los codos con sus amigos, a los que echa mucho de menos.
Antonio y Víctor en el comedor,
frente a una fotografía de Vigo, su tierriña

Los científicos comen la deliciosa cena que los protagonistas de hoy han preparado. De primero, sopa calentita, de segundo, gallo a la plancha con ensalada, riquísimo. Si no fuera porque el gallo tiene espinas, lo hubiesen engullido en dos segundos de lo sabroso que estaba. De tercero lomo flambeado con brandy, con una salsa   perfecta, no muy espesa, y de acompañamiento, patatas fritas. Víctor, el primer camarero,  cuida mucho a nuestra mesa que somos casi siempre sólo chicas, siempre insiste para que comamos suficiente y sobre todo, para que comamos bien. Es un lujo tenerle ahí junto a Antonio. Hace las comidas mucho más entretenidas, con su buen humor, las cosas siempre sientan mejor. De postre hay uvas.

A las 20.00 , todos los días, el primer cocinero, Antonio, se va de la cocina y prepara un listado de control de víveres: lo que se ha gastado en el día y el cálculo de lo que se ha gastado por cabeza. Hay asignados 9 euros por día y por persona. Los últimos dos días, el precio por persona ha sido de un poco más, sin llegar a los 9.50 Euros.