Comienzan las maniobras para realizar el arte de pesca, el lance L7. Estamos al suroeste del volcán submarino Tarsis. A las 9.45 tenemos la pesca a bordo, esto quiere decir que hasta esa hora, el equipo de científicos no ha tenido casi nada de volumen de trabajo. En cambio, el jefe de campaña, el capitán, el personal de cubierta, Juan Gil o Gerardo sí que están desde muy temprano al pie del cañón. La muestra obtenida es similar a lo que pescamos días atrás, mezclada con mucha escoria, restos de carbón quemado que los barcos dejaron atrás hace décadas.
Y entre todo esto, hay un gran cazón de 1.53 m. que no parece nada contento de estar en nuestra compañía. En la cubierta, un miembro de la tripulación le pone un anzuelo en la boca para llevarlo hasta los científicos, que lo pesan y miden lo más rápido que pueden. Migue hace fotos y lo tiran al mar, esperando que sobreviva al shock y a la herida que le han hecho. Muchos españoles no sabemos que el cazón es un tiburón, (la friolera del 76%) y mucho menos que está en vías de extinción. A pesar de todo, es un plato muy común en los bares de Cádiz.
Vamos con el segundo lance que trae especies comunes de la zona, y un escuálo de 1.09 m. Este pobre pescado ya no llama tanto la atención general como el cazón, y nadie hace nada por salvarlo. También hay una caracola Charonia, que está en el listado de especies amenazadas y por lo tanto devolvemos al mar, pues es una especie protegida. Es una concha grande y preciosa, de las que la gente compra en los mercadillos y luego pone en sus casas de decoración.
Hoy hemos comido coliflor de primero, cocinada con huevo. De segundo, arroz tres delicias al estilo risoto, y de tercero una milanesa riquísima con patatas. Y de postre piña con nata. Qué bien nos tratan aquí.
Ésta tarde hacemos de todo: la box corer, draga de arrastre y beam trawl. Empezamos a la 13.10 con las maniobras para la BC 06 y sube cargadita, el sedimento superior es arena fangosa y el de las capas inferiores es un fango más homogéneo. Nos disponemos a tamizar la muestra. A las 14.30, sube una draga, pero vacía, y se da por nula. Se repite en el mismo sitio pero trae solo unos pocos branquiópodos muertos. A las cuatro se realiza un BT03 que trae escoria y branquiópodos muertos otra vez, y nos disponemos a realizar el BT04 en la zona oeste de Tarsis, pero no trae mucha muestra tampoco. Finalmente, realizamos una DA, la 08, que también sube poco: restos de palangre, braquiópodos y pennatulaceos.
En toda la tarde, en los montes de Tarsis, no hemos encontrado gran cosa, y todo parece indicar que estamos en una zona de baja biodiversidad y biomasa. A las 18:30, en el puente, comienzan los reconocimientos barométricos de los lances de pesca que realizaremos mañana por la mañana, situados en los montes Chica.
De cena sopa de fideos, merluza de segundo, y de tercero un churrasco gallego, con costillas y salchicha con patatas. De postre, pera. El churrasco tiene mucho éxito, es una especie de parrillada, con salsa tximitxurri, que está muy rica.
Para ser viernes, no hay demasiado ambiente, gran parte del equipo sigue resfriado, cada dos por tres alguien se suena o estornuda.
El beam trawl 3, trajo un gran número de pennatuláceo, de la familia Pennatulidae, posiblemente del género Cavernularia. Son colonias de pólipos, y al sacarlos de su hábitat, cada individuo se contrae y en lugar de parecer un colorido abanico, parece un palo marrón. Han intentado ponerlos en el acuario, en botes rellenos de fondo marino, para ver si se sentían más cómodos y se abrían. Así nos haríamos una idea de como es el fondo marino. A las 10 y pico, el experimento da sus primeros frutos, ¡el pennatuláceo se han abierto!
Se ven muy bonitos, y me explican que probablemente el fondo esté lleno de estos bonitos pólipos. Se apresuran a hacer fotos y a buscar en libros de consulta su nombre exacto. Curro y Laura siguen trabajando con la CTD, y poco a poco todos los demás se van a la cama.
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| Cazón o Galeorhinus galeus antes de ser devuelto a su hábitat |
Vamos con el segundo lance que trae especies comunes de la zona, y un escuálo de 1.09 m. Este pobre pescado ya no llama tanto la atención general como el cazón, y nadie hace nada por salvarlo. También hay una caracola Charonia, que está en el listado de especies amenazadas y por lo tanto devolvemos al mar, pues es una especie protegida. Es una concha grande y preciosa, de las que la gente compra en los mercadillos y luego pone en sus casas de decoración.
Hoy hemos comido coliflor de primero, cocinada con huevo. De segundo, arroz tres delicias al estilo risoto, y de tercero una milanesa riquísima con patatas. Y de postre piña con nata. Qué bien nos tratan aquí.
Ésta tarde hacemos de todo: la box corer, draga de arrastre y beam trawl. Empezamos a la 13.10 con las maniobras para la BC 06 y sube cargadita, el sedimento superior es arena fangosa y el de las capas inferiores es un fango más homogéneo. Nos disponemos a tamizar la muestra. A las 14.30, sube una draga, pero vacía, y se da por nula. Se repite en el mismo sitio pero trae solo unos pocos branquiópodos muertos. A las cuatro se realiza un BT03 que trae escoria y branquiópodos muertos otra vez, y nos disponemos a realizar el BT04 en la zona oeste de Tarsis, pero no trae mucha muestra tampoco. Finalmente, realizamos una DA, la 08, que también sube poco: restos de palangre, braquiópodos y pennatulaceos.
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| El pennatulaceo se abre en un hábitat artificial (una pecera del laboratorio) |
De cena sopa de fideos, merluza de segundo, y de tercero un churrasco gallego, con costillas y salchicha con patatas. De postre, pera. El churrasco tiene mucho éxito, es una especie de parrillada, con salsa tximitxurri, que está muy rica.
Para ser viernes, no hay demasiado ambiente, gran parte del equipo sigue resfriado, cada dos por tres alguien se suena o estornuda.
El beam trawl 3, trajo un gran número de pennatuláceo, de la familia Pennatulidae, posiblemente del género Cavernularia. Son colonias de pólipos, y al sacarlos de su hábitat, cada individuo se contrae y en lugar de parecer un colorido abanico, parece un palo marrón. Han intentado ponerlos en el acuario, en botes rellenos de fondo marino, para ver si se sentían más cómodos y se abrían. Así nos haríamos una idea de como es el fondo marino. A las 10 y pico, el experimento da sus primeros frutos, ¡el pennatuláceo se han abierto!
Se ven muy bonitos, y me explican que probablemente el fondo esté lleno de estos bonitos pólipos. Se apresuran a hacer fotos y a buscar en libros de consulta su nombre exacto. Curro y Laura siguen trabajando con la CTD, y poco a poco todos los demás se van a la cama.
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