Todos madrugan, todavía quedan muchas cosas por hacer. Aunque ya no naveguemos ni hagamos actividades científicas, hay mucha logística pendiente. Hay que organizar todas las muestras, ordenadas en cajas y preparadas para su análisis en laboratorio, que están ya en cubierta. Poco a poco las van poniendo en el camión con ayuda de un arnés. Hacen un intercambio de box corer, se llevan una que tenemos a bordo al IEO de Málaga, y dejan en el Cornide de Saavedra una box corer que es tres veces más grande que la que hemos utilizado durante esta campaña y que han traído desde Málaga, para que la arreglen en Vigo.
Una vez en tierra llega un periodo de identificación y estudio en el que se redactarán informes y publicaciones sobre los hallazgos de la campaña. Después se prepararán las siguientes etapas del estudio de la biodiversidad de las Chimeneas de Cádiz, en las que habrá otras campañas CHICA, otros barcos y otras actividades científicas.
Los primeros en marchar son los de la UMA, Ángel, Javi, Kike y Serge, junto con Alejandra, que la furgoneta amarillo pastel retro de Serge, que probablemente no supera los 80 km/h pero que tiene mucha clase. Después de un par de horas, se van los del IEO de Cádiz, Carlos y Melo. Y poco después los del IEO de Málaga, Desi, Nieves, Curro, Jose, con Luismi al volante. Sergio llega también por la mañana y al rato llega Ricardo. Vienen a ver la roseta y el CTD, a averiguar por qué falló el último día y recogerlo todo. Quedamos Elena, Migue, Raúl, Pilar y yo, que nos volvemos a casa en tren.
Hoy el equipo de fonda cocina solo para la tripulación. Hacen tortilla de patatas y comida típica de carnaval. Están muy relajados y con ganas de aprovechar este par de días entre campaña y campaña para airearse y disfrutar de la festiva ciudad.
Es lunes de coros y Cádiz está a rebosar de gente que se apelotona en las calles para escuchar a los diferentes grupos que van cantando chirigotas, coros... Hay puestos de souvenirs, antifaces, pitos, gafas de sol... Venden camarones en cucuruchos y pelan erizos para vender su interior. No llueve como muchos temían, sino que hace sol, hace calor, la gente ríe y canta ¡Cualquiera diría que estamos en invierno! Aunque sea carnaval, casi nadie baila, andan sonrientes por la calle y se parten de risa con las letras de las canciones que cantan los chirigoteros.
Durante esta campaña, y creo que esto se puede afirmar sin miedo al error, todos hemos aprendido mucho. Además nos vamos con una bonita experiencia y con muchos recuerdos pues en un barco con poca gente, constantemente embarcados, las vivencias son muy intensas. Hay que destacar el “buen rollo” que ha habido en el barco en general: entre los diferentes grupos dentro del equipo científico, entre la tripulación y también entre científicos y tripulantes.
Los atardeceres del Golfo de Cádiz |
Pero esa es otra historia...
¡Hasta la próxima!
No hay comentarios:
Publicar un comentario