domingo, 6 de marzo de 2011

Día 24 (6 de marzo)

Hoy es domingo y es el último día de campaña. Ha amanecido nublado.

Como todos los domingos, hay mucha comida, es un día especial. Hay cruasanes para desayunar y otras muchas cosas ricas  a lo largo del día. Durante la campaña, la comida y por lo tanto también los cocineros, han sido una parte muy importante de la vida a bordo. En el comedor se rompe la rutina pues la gente descansa, repone fuerzas y se relaja, conversando de muchos temas distintos de los meramente científicos.

Anoche terminamos las actividades de CTD, era la última noche de Curro y Sergio, y estuvieron trabajando hasta las 4.30, una hora bastante decente teniendo en cuenta que hay días que han trabajado hasta las 7.00.

Recién bautizados, junto a su capitán, su padrino y su madrina
Empezamos las actividades científicas del último día en alta mar con una draga de arrastre, DA46, en el norte de la cima del monte Almazán, que sube con muchos corales negros y con corales muertos. Seguimos la mañana con otra draga, DA47 y obtenemos fango hemipelágico con restos de especies de conchas asociados a emisiones. A las 10.22, cambiamos de metodología, al beam trawl. El BT29 trae preciosidades en forma de especies de comunidades de fondos mixtos, duros y blandos, lo que significa que hay una gran biodiversidad. Esponjas de sustrato blando, coral bambú, gorgonias látigo, costras y alta densidad de coral negro.

¡Y ya es la hora de comer! Hoy tenemos entremeses: jamón serrano, queso manchego y croquetas de gambas. En la mesa, para compartir, hay unos mejillones en escabeche gigantes. De segundo hay calamares guisados, ¡deliciosos! y de tercero un bistec con pimientos. De postre, llega la deseada tarta de queso que ya habíamos probado en la primera parte de la campaña y que habíamos rogado a Antonio que nos hiciera otra vez. Escuchó nuestras plegarias y estaba tan rica o más que la primera... mmmm

Un arco iris en el medio del mar
Y a las 12.05, cuando los del segundo turno empiezan a comer, la BC39 llega a bordo, con 19 cm de sedimento hemipelágico y fango. Tiene bonitos corales en el interior, entrelazados a diferentes niveles con las arenas y fangos. A las 14.00 empezamos a subir el BT30, a 900 metros de profundidad, que es de los puntos más profundos que hemos alcanzado en esta campaña. Sube con una gran cantidad de coral bambú, Isidella, la mayor densidad que hemos encontrado hasta ahora, acompañados de gorgonias látigo y esponjas.

Ponemos rumbo al monte Chica, que está al norte, pues tenemos que hacer un beam trawl ahí. Empezamos a largar cable a las 16.15 y el BT31 sube una media hora después de haber tocado fondo y de haber arrastrado el fondo durante unos minutos, con sustrato duro, corales y esponjas. Nadie adivinaría que es la última actividad de la campaña, todo se hace de la misma forma metódica y a la misma velocidad que siempre.

Ahora el rumbo es el carnaval... quiero decir, el puerto de Cádiz. Cuando terminamos de clasificar las muestras de las últimas actividades, nos ponemos a limpiar frenéticamente todos los tamices, todas las bandejas y cajas, todos los cascos, monos y botas. Ordenamos el laboratorio húmedo y el laboratorio que hay abajo en el cual están almacenadas todas las muestras.

De repente alguien grita y todos levantamos la vista: hay un fantástico arco iris en medio del mar. Se había levantado el día nublado y por la tarde ha salido el  sol. El arco iris es inmenso, como de dibujo animado, perfecto, con todos los colores y completo. Pero no nos distrajo mucho tiempo, había que terminar de limpiar todo, pues a las seis y media había bautizo. Los chicos de la UMA, Javi, Kike y Ángel y también Elena fueron bautizados por el capitán. Su madrina fue Nieves y su padrino Luismi. También nos hacemos una foto de grupo todo el equipo científico. La foto ha quedado muy bonita, con la luz del atardecer.

Foto de grupo, el equipo científico de la segunda parte de la campaña
Salimos corriendo de cubierta, pues nos llama la campanita de Víctor por última vez. Antes de llegar al puerto, nos da tiempo a cenar, es nuestra última cena sopera en el barco. De segundo macarrones con atún, y de tercero filete de cerdo en salsa. De postre, yogur. Llegamos al puerto con el estómago lleno y la mayor parte del equipo científico se anima a salir a las calles de Cádiz, repletas de gente cantando y bebiendo. Es domingo de carnaval

Sentimos una sensación extraña. Será porque podemos correr y saltar sin tener que preocuparnos por acabar nadando en medio del Atlántico (ya que en el barco hay que moverse con mucha precaución). Será por el cambio del mar a la tierra, por el cansancio acumulado o por alguna cerveza que nos tomamos. A lo largo del último mes, entre unas cosas y otras, hemos estado bastantes días en Cádiz. Es una ciudad pequeña y ya nos suenan sus caminos, sus esquinas ya tienen recuerdos. Hoy se ve transformada, se ve aún más divertida y misteriosa. Recorremos sus luces, sus tonos marrones, sus suelos y sus fachadas. Rodeados de antifaces, risas y canciones nos perdemos por las calles gaditanas.

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