viernes, 4 de marzo de 2011

Día 22 (4 de marzo)


Hoy se ha levantado el día nublado. Después de los días que hemos tenido de sol, hoy está triste. ¿Será porque ya se acerca el final de la campaña? A las 9.00 de la mañana ha caído un chaparrón así que el suelo se ha puesto muy resbaladizo y era fácil resbalarse. 


Por la noche se han realizado 12 CTDs. Y a las a las 8.10 iniciamos la maniobra del TG09. El testigo de gravedad de esta mañana lo realizamos en el monte Almazán y sube 86 cm. de fango en su tubo de plástico que los del equipo de geología se disponen a cortar mientras el resto todavía se despereza. El fango es a techo hemipelágico y a muro brecha fangosa de color verdoso, con cantos y olor a sulfhídrico. 


Seguimos en el monte de Almazán, un monte nuevo y por ahora, desconocido para todos. Muchos montes de esta zona son muestreados por primera vez durante esta campaña. Lanzamos una draga de arrastre, la DA 42. Mientras, algunos miembros de la tripulación repasan la pintura que divide en fracciones de 50 metros la cubierta (ayuda a medir los metros de cuerda), que se va desgastando. A las 10.20 la draga nos trae muchas cosas interesantes: brecha fangosa, fauna asociada a emisiones, poliquetos frenulados, corales muertos y bivavos. Eso significa que hay mucho fango que tamizar por niveles, mucha fauna que separar en cestas, que medir y pesar por especies. También significa que el monte Almazán parece interesante.


Seguimos con la misma metodología y hacemos la segunda draga de arrastre del día, que nos ha dado muy buen resultado. A las 11.00 de la mañana, hora de comer para los del primer turno, hace firme el arte y empieza a arrastrar, a las 11.06, mientras nos sirven el primero, un delicioso potaje de garbanzos, comienzan a virar. Mientras tomamos el segundo, la draga se engancha en un cable del fondo submarino, y tiramos de él cuando subimos el arte. Parece de comunicaciones. 


El cable traía colgado un coral vivo, bastante grande, del cual Javi consiguió sacar fotos, pero que no se consiguió recoger, y cayó al mar junto con el cable, que quedó liberado después de unas cuantas maniobras A los científicos de fauna les dio bastante pena porque por lo que se puede ver en las fotos, era un coral interesante. Se obtiene fango hemipelágico con muchísima Orbulina, foraminifero pelágico, pogonóforos y en general mucha fauna asociada a fango. 


Lophelia, el coral que cayó al mar.
Foto de Javier Urra
Después del potaje de garbanzos nos sirvieron rodaballo a la plancha con ensalada y de tercero huevos a la flamenca, que tienen mucho éxito. De postre uvas.


Y después de comer, se suceden las actividades científicas una detrás de otra, a ratos es un trabajo mecánico, sobre todo el de tamizar. La BC34 de la cima del Almazán a techo trae arena fangosa hemipelágica y a base, un fango más grisáceo. Este fango trae consigo bastante fauna que vamos encontrando mientras tamizamos el denso fango. La BC35, lanzada justo después, trae fauna asociada a emisiones de volcanes submarinos. 


A las 14.00 cambiamos de arte. Llega el turno de la beam trawl, la BT 25, en el sur del monte, que recoge cantos blandos y duros de margas, gorgonias, coral negro, desmoesponjas, Cidaris.  Encontramos comunidades coralígenas, asentadas sobre el coral muerto. Y la BT26, en la depresión de este del monte, también llega llena, con bloques de fango parcialmente litificados y con galerías, algunos de forma similar a las chimeneas. Hay una gran cantidad de coral bambú y también gorgonias látigo y esponjas, en general, fauna de fondo blando. Los corales bambú son bellos pero también fríos y misteriosos, son blancos y afilados como el esqueleto de una mano cuyos dedos se ramificasen en infinitas ramas cada vez más pequeñas.


A las 17.00 de la tarde tiramos al océano la box corer, para realizar lo que parece que va a ser la última toma de muestras del día. Luego ya vendrán las de la noche. Es la BC 36, pero sube abierta, por lo que lo volvemos a intentar y a las 17.45 tenemos arriba una box corer cargada hasta los trenques: 20 cm de fango hemipelágico, algo más arenoso en el techo. Mientras nos encargamos de esta cuantiosa muestra, el barco ya pone rumbo hacia los montes del monte, para realizar las 9 CTDs que nos quedan para completar la malla planificada. Si lo conseguimos, eso querrá decir que mañana no necesitaremos hacer actividades nocturnas, por lo que podremos volver a Cádiz, lo que resultaría interesante porque es carnaval. Y el carnaval en Cádiz, parece ser que es mucho carnaval, en eso coinciden absolutamente todos los tripulantes del barco. Por otro lado, los manitas siguen de arriba a abajo con la cámara, ahora se han inventado una placa repleta de aceite con los focos LED y embutido en plástico, y con un guante enganchado para compensar la presión. Puede que no tenga aspecto de tecnología punta, pero lo prueban y funciona. Amigos, así se hace la ciencia. 


Mano de Elena al lado de gran especímern.
Foto de Elena
Y ya es la hora de cenar. Sopita de primero como casi siempre, luego hay coliflor con besamel y pollo asado a la mostaza. De postre, una mandarina. Una cena rica, tras de un día duro como este, se agradece una barbaridad. Después de la cena, a las 21.00, todavía hay gente clasificando muestras y pesándolas y es que en el día de hoy hemos recogido un gran volumen de muestras, de una gran biodiversidad, por lo que toma tiempo su correcto tratamiento. 


Es un trabajo muy duro. Alquilar el buque oceanográfico es muy caro, unos 10.000 euros por día. Por eso, aquí no hay horarios y hay que trabajar cuando la campaña lo requiera, que por turnos, significa 24 horas al día de actividad constante.


Aún quedan fuerzas para charlar un rato en el laboratorio húmedo. Algunos nos reunimos en el comedor a ver una peli, “El Príncipe de Persia”. En general nos parece una película mala, y el doblaje es extraño: el malo habla igualito que Rajoy. Muchos no la hubiéramos visto en casa, pero lo cierto es que al ver la película todos juntos, nos echamos unas buenas risas. Al terminar la peli, nos vamos a descansar.  

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